04/24/2024
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por Danna Martinez

“Ser alegre y afable con la gente es en sí mismo la mitad de la sabiduría”. -Ja’far al-Sadiq.

Las personas que se describen como afables tienden a comprender mejor a otras personas. Además, se caracterizan por tener una personalidad alegre y un comportamiento amistoso.

La palabra afable deriva de la raíz latina affabilis. En su significado más antiguo, se hacía referencia a una persona afable como “alguien con quien se puede hablar.” Los componentes de la raíz latina de la palabra se traducen como “hablar.” Por lo tanto, la palabra afable se convirtió en un adjetivo que se correlaciona con alguien amable y atento, ya que las personas con estas cualidades son fáciles de hablar. El uso general del término afable se emplea en diferentes contextos. Los siguientes son algunos ejemplos:

  • Amarás a mi amigo; es muy afable y alegre.
  • No me considero afable porque me cuesta hablar con la gente.
  • Parece una persona afable; es simpático, agradable y generoso.
  • Creo que una de las cosas que más me gustan de él es su carácter afable.
  • Ella tiene una manera de tratar a la gente de una manera tan afable.

“Afable” sirve como calificación y consta de tres sílabas (a-fa-ble). Algunos términos pueden estar relacionados con esta palabra, como cordial, agradable, sociable y amable. Además, las personas caracterizadas como afables también tienden a ser consideradas dóciles, generosas y pacíficas. Las referencias opuestas a esta palabra son frío, malhumorado, inaccesible, hostil, distante o asocial.

Ser afable implica una serie de virtudes que se distinguen como positivas en la mayoría de los casos, por no decir en todos. Encerrar esta cualidad no solo tiene que ver con “mostrar felicidad”, como algunos pueden pensar; las personas afables no buscan ningún interés personal o particular. En cambio, transmiten amabilidad y honestidad a la hora de expresarse.

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