por Danna Martinez
“Nunca es una palabra larga.” -Ivy Compton-Burnett.
A la mayoría de la gente le gusta el café. Otras personas aprecian pasear por un parque. Por mucho que varíen los gustos personales, siempre existirán peculiares gustos. Por ejemplo, algunas personas disfrutan usando palabras largas. Esta afición particular es propia de un sesquipedaliano.
Un sesquipedaliano es alguien a quien le gusta usar palabras largas. El origen del término se encuentra en la expresión latina sesquipedalis. Además, la palabra se compone de dos estructuras principales, sesqui y ped. El prefijo sesqui significa “un pie y medio”. Por otro lado, el sufijo ped se refiere a pie. En suma, estas palabras describen metafóricamente la preferencia por emplear un término extendido al hablar.
Se ha denominado sesquipedaliano como adjetivo. Esta palabra consta de seis sílabas (ses-qui-pe-da-li-an), y su pronunciación correcta es seh·skwih·peh·da·li·ahno. Algunos conceptos relacionados con sesquipedalian son polisilábico, prolijo, grandilocuente, prolijo, rimbombante, prolijo, prolijo y florido. Veamos algunos ejemplos del uso de la palabra:
- No puedo mantener una conversación contigo porque estás siendo muy sesquipedaliano.
- Mi hermano está mejorando su vocabulario; es todo un sesquipedaliano.
- El otro día me llamó un sesquipedaliano, y no entendí la mayoría de sus palabras.
- “Es difícil llamar a alguien sesquipedaliano sin convertirse en uno mismo.”
El término se usa actualmente para indicar a una persona que usa palabras largas al comunicarse. Algunas personas consideran que esta práctica es innecesaria y, en ocasiones, puede dar lugar a malas interpretaciones.
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