03/29/2024
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Por Danna Martínez

Alcanzar un equilibrio o una llamada sustentabilidad depende de varios factores, y afortunadamente el ser humano tiene las capacidades necesarias para ponerlos en práctica. Además de garantizar el equilibrio económico, ambiental y social, la sustentabilidad busca satisfacer las necesidades de las comunidades actuales sin poner en riesgo los recursos destinados a satisfacer necesidades futuras.

El concepto de sustentabilidad proviene del latín sustituto, sus significa debajo de una superficie, tenere que significa sostener y el sufijo ible que significa posibilidad. Así es como la sostenibilidad se define como “defenderse a sí mismo”. En términos ecológicos, la sustentabilidad implica el mantenimiento productivo de los sistemas biológicos en el tiempo, además de fortalecer el equilibrio del ser vivo con los recursos que le brinda el medio, sin hacer un uso excesivo de los mismos.

Para garantizar un equilibrio entre el crecimiento económico, el cuidado del medio ambiente y del planeta tierra, y el bienestar de las comunidades, la sustentabilidad pasa por tres pilares fundamentales:

  • Económico. Busca una rentabilidad productiva y competitiva a través de prácticas responsables comprometidas con el cuidado del medio ambiente, fomentando el empleo de calidad, fortaleciendo la cohesión social.
  • Ambiental. Además de implicar la reducción del daño ambiental, juega un papel fundamental en el mantenimiento de los recursos naturales y los servicios ecosistémicos a favor del bienestar humano y las oportunidades económicas.
  • Social. De la mano del equilibrio económico y ambiental, la sostenibilidad social busca el bienestar del ser humano, priorizando la salud, la educación de calidad, el fin de la pobreza, la paz, la reducción de las desigualdades y la promoción de alianzas.

Teniendo en cuenta los límites y escasez de los recursos naturales, como la preocupación clave por el agua, se ha buscado implementar diferentes hábitos y prácticas que permitan gestionar los recursos de forma adecuada y sin poner en riesgo la satisfacción de los recursos del futuro. generaciones. Actualmente existen múltiples proyectos que representan los efectos de la sustentabilidad, fomentando el bienestar de las personas y enfocándose en la preservación de los recursos naturales.

Estos son algunos de los proyectos que a lo largo del tiempo han logrado contribuir a la construcción de una sociedad sustentable:

  • Reciclaje de basura inorgánica.
  • Plantas de energía solar.
  • Parques eólicos.
  • Agricultura ecológica.
  • Uso de agua de lluvia.
  • Ecoturismo.
  • Coches eléctricos.

El calentamiento global, la erosión y pérdida de bosques, el aumento del nivel del mar, las sequías extremas y la extinción de especies son solo algunas de las consecuencias del manejo excesivo de los recursos naturales y la irresponsabilidad social hacia la naturaleza. La sostenibilidad puede no acabar con los problemas climáticos, sino que puede concienciar a múltiples comunidades y generar en ellas un estímulo de cuidado y conservación del medio ambiente.

La conservación de ecosistemas y espacios verdes como parques, humedales, lagos y bosques es fundamental para fortalecer y fomentar de manera sostenible el cambio global. Por otro lado, el crecimiento de la población y los patrones de producción y consumo son los mayores desafíos para lograr la sostenibilidad en el mundo; Es por ello que es fundamental para el desarrollo de la sostenibilidad que los seres humanos generen un cambio significativo en su comportamiento a nivel global.

La sustentabilidad es importante por muchas razones, además de mejorar la calidad ambiental, con el fin de crear un ambiente libre de toxicidad, también se busca un equilibrio entre la economía, el planeta y el ser humano, donde estos tres pilares puedan emerger y fortalecerse en varios aspectos.

Para obtener más información sobre cómo tener un mejor estilo de vida sostenible en la página web WessexWater ofrece 14 tips:

  1. Ahorrar energía.
  2. Comer menos carne.
  3. Utilizar alternativas reutilizables.
  4. Olvidarse del papel.
  5. Usar energía renovable.
  6. Reciclar y reutilizar.
  7. Cultivar productos propios.
  8. Donar los artículos no utilizados.
  9. Ahorrar agua.
  10. Comprar productos de comercio justo.
  11. Conducir menos.
  12. No desperdiciar comida.
  13. Usar ropa sustentable.
  14. Utilizar productos de limpieza ecológicos.

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