By Danna Martínez

We all have goals that we want to achieve. Some of them may seem easy, but others sound impossible. Sometimes the magnitude of our aspirations surpasses our confidence in their realization. However, with a bit of effort, the scenario changes. Many of us wonder, “Why do we have such impossible ambitions?” Instead of thinking about “What would we be willing to sacrifice for what we want so much?”

The term sacrifice comes from the Latin sacrum. The word in Latin refers to making things sacred. According to the Dictionary website, “The first records of the word sacrifice come from the 1200s.” Back then, the sacrifices were considered an act of tribute to someone. Frequently, people led the tributes to deities or divinities. Within these ceremonies, multiple groups met to hand over their most precious belongings. In some of these cases, people will provide all kinds of food, goods, and riches as a sacrifice. On the other hand, some communities believed life was the most meaningful and valuable sacrifice someone could give. Multiple groups offered human and animal lives as their sacrifice.

One of the greatest civilizations, The Ancient Maya Empire, practiced sacrifice methods during their tenure. During that time, the communication rituals between the Mayas and their Gods were mainly founded on tributes and sacrifices. By doing these practices, Mayas felt safe and trusted that their land would be rewarding. Besides Maya Civilization, multiple groups worldwide made sacrifices as a sign of obedience and worship. Throughout time, the meaning of sacrifice has taken another course.

Nowadays, sacrifice is acknowledged as an extraordinary value. When it comes to sacrifice, a person chooses to make the necessary effort and dedication to achieve something valuable. Frequently, people make significant sacrifices for a bigger benefit. In the majority of cases, people give up whatever it needs, like interests, or comfort, to accomplish their goals.

An accumulation of acts or work can be demonstrations of sacrifice. However, there is not a specific task that is considered a sacrifice. In fact, sacrifices have more to do with the intentions or purposes with which a person is doing something.

Sometimes the effort of a person can bring him to achieve a great course in his life. On the other hand, sacrifices can be specially awarded from one person to another. It is, therefore, why sacrifice is such an exceptional and non-typical virtue. Sacrifice is about giving what you especially want to keep in exchange for what you love.

Sacrifices are a compilation of esteem and work. With a positive mindset and enough courage, people can fight against adversities until they fulfill their objectives.

We are all capable of making our aspirations come true, depending on our effort and sacrifice. As radical as it may seem, giving everything for everything is a lesson in overcoming, optimism, dedication, and perseverance. In contrast to what sometimes is misunderstood, sacrifice is not a punishment. Nowadays, making a sacrifice concludes in personal growth and shows development and devotedness.

Palabra del Día: Sacrificio

Por Danna Martínez

Todos tenemos un objetivo que queremos alcanzar. Algunos de ellos pueden parecer fáciles, pero otros parecen imposibles. A veces, la magnitud de nuestras aspiraciones supera nuestra confianza en su realización. Sin embargo, con un poco de esfuerzo, el escenario cambia. Muchos de nosotros nos preguntamos: “¿Por qué tenemos ambiciones tan imposibles?” En lugar de pensar en “¿Qué estaríamos dispuestos a sacrificar por lo que tanto deseamos?”

El término sacrificio proviene del latín sacro. La palabra en latín se refiere a hacer las cosas sagradas. Según el sitio web del Dictionary, “Los primeros registros de la palabra sacrificio provienen del 1200”. En aquel entonces, los sacrificios se consideraban un acto de homenaje. Con frecuencia, la gente dirigía los tributos a deidades o divinidades. Dentro de estas ceremonias, múltiples grupos se reunieron para entregar sus pertenencias más preciadas. En algunos de estos casos, las personas proporcionarán todo tipo de alimentos, bienes y riquezas como sacrificio. Por otro lado, algunas comunidades creían que la vida era el sacrificio más significativo y valioso que alguien podía dar. Múltiples grupos ofrecieron vidas humanas y animales como sacrificio.

Una de las civilizaciones más importantes, el antiguo imperio maya, practicó métodos de sacrificio durante su mandato. En el tiempo, los rituales de comunicación entre los mayas y sus dioses se basaban principalmente en tributos y sacrificios. Al hacer estas prácticas, los mayas se sintieron seguros y confiaban en que su tierra sería gratificante. Además de la civilización maya, varios grupos en todo el mundo hicieron sacrificios como señal de obediencia y adoración. A lo largo del tiempo, el significado del sacrificio ha tomado otro rumbo.

Hoy en día, el sacrificio se reconoce como un valor extraordinario. Cuando se trata de sacrificio, una persona elige hacer el esfuerzo y la dedicación necesarios para lograr algo valioso. Con frecuencia, las personas hacen sacrificios importantes para obtener un beneficio mayor. En la mayoría de los casos, las personas renuncian a todo lo que necesitan, como intereses o comodidad, para lograr sus objetivos.

Una acumulación de actos o trabajo pueden ser demostraciones de sacrificio. Sin embargo, no hay una tarea específica que se considere un sacrificio. De hecho, los sacrificios tienen más que ver con las intenciones o propósitos dentro de los cuales una persona está haciendo algo.

A veces el esfuerzo de una persona puede llevarla a lograr un gran rumbo en su vida. Por otro lado, los sacrificios se pueden otorgar especialmente de una persona a otra. Por eso, el sacrificio es una virtud tan excepcional y atípica. El sacrificio consiste en dar lo que especialmente quieres conservar a cambio de lo que amas.

Los sacrificios son una recopilación de estima y trabajo. Con una mentalidad positiva y suficiente coraje, las personas pueden luchar contra las adversidades hasta cumplir sus objetivos.

Todos somos capaces de hacer realidad nuestras aspiraciones, dependiendo de nuestro esfuerzo y sacrificio. Por radical que parezca, dar todo por todo es una lección de superación, optimismo, dedicación y perseverancia. A diferencia de lo que a veces se malinterpreta, el sacrificio no es un castigo. Hoy en día, hacer un sacrificio concluye en el crecimiento personal y muestra desarrollo y entrega.