04/25/2024
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by Danna Martinez

“If something good happens to you, travel to celebrate; if something bad happens to you, travel to forget; and if nothing happens to you, travel to make something happen to you.”

Dromomania is an exaggerated desire to travel and wander.

Like on race tracks, people with this longing tend to move to different locations constantly. As a matter of fact, the noun dromomania originated from the expression dromos, which directly translates “race track.” On the other hand, the suffix of this word, mania, was meant to describe a mental condition of significant excitement and overactivity. Together, the expressions dromos and mania refer to the excessive predilection for moving around.

Since it constitutes part of an illness, dromomania is considered a pathology. The people who suffer from this condition are called dromomaniacs or fanatics of movement. They develop a necessity for exploring places and quickly leave them. Moreover, the sense of satisfaction when ending a trip strongly encourages dromomaniacs to venture on to the next one.

It’s worth noting the benefits of traveling. Multiple investigations have found a close relationship between happiness and traveling. Scientists presume that moving around and going on expeditions may help us create new experiences and memories. However, everything has limitations, and people who suffer from dromomania exceed them. Sometimes, dromomaniacs’ lust for traveling can lead to over-spending and other unfortunate financial cases. By desiring to move at such a prompt pace, dromomaniacs tend to make significant sacrifices for comfort. For example, they would purchase flight tickets instead of paying for accumulated debts.

This wantely way of life is called dromomania; however, some refer to it as wanderlust syndrome—the symptoms of this disease range from having a hard time controlling the urge to travel to severe tension feelings.


Palabra del Día: Dromomania

por Danna Martinez

“Si te pasa algo bueno, viaja para celebrar; si te pasa algo malo, viaja para olvidar; y si no te pasa nada, viaja para que te pase algo”.

La dromomanía es la tendencia compulsiva de las personas a trasladarse de un lugar a otro.

Al igual que en las pistas de carreras, las personas con esta enfermedad tienden a trasladarse constantemente a diferentes lugares. De hecho, el sustantivo dromomanía se origina a partir de la expresión dromos, que se traduce directamente como “pista de carreras”. Por otro lado, el sufijo de esta palabra, manía, estaba destinado a describir una condición mental de gran excitación e hiperactividad. Juntas, las expresiones dromos y manía se refieren a la excesiva predilección por moverse.

Dado que forma parte de una enfermedad, la dromomanía se considera una patología. Las personas que padecen esta afección se denominan dromomaníacos o fanáticos del movimiento. Desarrollan la necesidad de explorar lugares y los abandonan rápidamente. Además, la sensación de satisfacción al finalizar un viaje anima fuertemente a los dromomaníacos a aventurarse en el siguiente.

Vale la pena señalar los beneficios de viajar. Múltiples investigaciones han encontrado una estrecha relación entre la felicidad y los viajes. Los científicos suponen que movernos y realizar expediciones puede ayudarnos a crear nuevas experiencias y recuerdos. Sin embargo, todo tiene limitaciones, y las personas que sufren de dromomanía las superan. A veces, el ansia de viajar de los dromomaníacos puede conducir a gastos excesivos y otros casos financieros desafortunados. Al desear moverse a un ritmo tan rápido, los dromomaníacos tienden a hacer sacrificios importantes en aras de la comodidad. Por ejemplo, comprarían billetes de avión en lugar de pagar las deudas acumuladas.

Esta forma de vida deseada se llama dromomanía; sin embargo, algunos se refieren a él como síndrome de pasión por los viajes: los síntomas de esta enfermedad van desde tener dificultades para controlar la necesidad de viajar hasta sentimientos de tensión severa.

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