por Danna Martínez
“La paz no solo es mejor que la guerra, sino que es infinitamente más ardua”.
Por lo general, hay cosas particulares en las que realmente queremos esforzarnos. Cada persona se esfuerza en la vida por cumplir sus metas y sueños. En múltiples casos, los objetivos varían; no todos tenemos la intención de obtener los mismos logros, y no todos pondremos el mismo esfuerzo en alcanzarlos. Lo cierto es que el ser humano tiende a luchar arduamente por lo que desea, por pequeño o grande que parezca.
El término arduo proviene del latín “arduus”, que se refiere a algo difícil o muy complicado de alcanzar. Algunas expresiones similares a arduo son difíciles, exigentes, complicadas, complejas, intrincadas, laboriosas e incluso dolorosas. El trabajo duro requiere esfuerzo, dedicación y compromiso.
El trabajo arduo es uno de los ejercicios más desafiantes que enfrenta el ser humano. Sin embargo, también es uno de los más gratificantes. Generalmente, los ideales más complejos y difíciles son aquellos que no todos están dispuestos a seguir; esto es lo que hace que la recompensa sea única y especial.
En la mayoría de los casos, las personas se aventuran en situaciones difíciles y trabajan arduamente por su propio bien o el bien común. Cuando trabajamos para nosotros mismos, nos esforzamos por lograr lo que anhelamos o lo que a menudo necesitamos. Por otro lado, trabajar arduamente para los demás significa hacer sacrificios más tremendos para satisfacer los deseos de ambas partes.
El trabajo duro siempre persevera para lograr algo; Depende de cada persona lo que considere que vale la pena perseguir.
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