By Danna Martínez
Prison is where the convicted or guilty are kept, outside of civilization and the quotidian world. Human beings are social beings. Within society, we are governed by a set of rules that allow us to cohabit and have a coexistence. By violating any of these rules, we put at risk our agreement between citizens, as well as our guarantees as such.
The term prison comes from the Latin prehensio. The word in Latin relates to the act of trap or catch. The use of this term dates back to the greatest Ancient Empires, Greek and Roman. Around 640 d.C, Greek and Roman Civilizations started recruiting their enemies in order to protect the nation. One of the most notorious prisons back then was the Carcere Mamertina, ubicated in Ancient Rome.
The prison sentence emerged as a second chance. In Ancient Times, the penalties for those who committed a crime were cruel and inhuman tortures. Throughout time, prisons were adapted not just for enemies but also for people who didn’t obey the community’s laws. For those who perpetrated a crime, the prison was a chance to keep living. Therefore, prisons are currently considered a society’s development and alternative.
Later, in the Middle Age, the prisons were nominated as dungeons. Generally, the dungeons were underground. The feudal could recruit prisoners under castles, palaces, monasteries, or forts. Despite being another chance to live, dungeons weren’t a pleasant position. For some convicts, the hygiene conditions and transgressions within prisons were even worse than the death penalty.
Now and in past times, the labor of a prisoner has been to complete with his adjudication. Joining a detention center involve entering in a new different community with its own rules and parameters. A prisoner has to abide the directions inside of his prison. Moreover, prisoners may obey orders and maintain a stable and healthy coexistence with the inmates.
Currently, the conditions, as well as the penalty system, are different in each territory and community. In the same way, prison’s purposes vary concerning time and social context. In almost all cases, a prison may have fundamental functions. On one side, prisons should be a space to dissuade, preventing not wanted activities from being committed. On the other side, prisons aim to rehabilitate prisoners and reinsert them back with society whenever their time is up.
Despite how disturbing a physical jail can sound, the subconscious fight when it comes to committing a crime can be more harmful. For many, the battles inside a prison or the insanity are not the actual fights. Instead, multiple inmates are sentenced for their own minds and the guilt they feel due to the magnitude of their crime.
Palabra del Día: Prisión
Por Danna Martínez
La prisión es el lugar donde se guarda a los condenados o culpables, fuera de la civilización y del mundo cotidiano. Los seres humanos son seres sociales. Dentro de la sociedad, nos regimos por un conjunto de reglas que nos permiten convivir y tener una convivencia. Al violar cualquiera de estas normas, ponemos en riesgo nuestro acuerdo entre ciudadanos, así como nuestras garantías como tales.
El término prisión proviene del latín prehensio. La palabra en latín se relaciona con el acto de atrapar. El uso de este término se remonta a los mayores Imperios Antiguos, Griego y Romano. Alrededor del 640 d.C., las civilizaciones griega y romana comenzaron a reclutar a sus enemigos para proteger a la nación. Una de las cárceles más notorias de ese entonces era la Carcere Mamertina, ubicada en la Antigua Roma.
La sentencia de prisión surgió como una segunda oportunidad. En la antigüedad, las penas para quienes cometían un delito eran torturas crueles e inhumanas. A lo largo del tiempo, las cárceles se adaptaron no solo a los enemigos, sino también a las personas que no obedecían las leyes de la comunidad. Para quienes perpetraban un crimen, la prisión fue una oportunidad para seguir viviendo. Por tanto, las cárceles se consideran actualmente un desarrollo y una alternativa de la sociedad.
Más tarde, en la Edad Media, las cárceles fueron nominadas como mazmorras. Generalmente, las mazmorras estaban bajo tierra. El feudal podía reclutar prisioneros bajo castillos, palacios, monasterios o fortalezas. A pesar de ser otra oportunidad para vivir, las mazmorras no eran un lugar agradable. Para algunos presos, las condiciones de higiene y las transgresiones dentro de las cárceles eran incluso peores que la pena de muerte.
Ahora y en tiempos pasados, el trabajo de un prisionero se ha completado con su adjudicación. Unirse a un centro de detención implica ingresar a una nueva comunidad diferente con sus propias reglas y parámetros. Un prisionero tiene que seguir las instrucciones dentro de su prisión. Además, los reclusos pueden obedecer órdenes y mantener una convivencia estable y sana con los reclusos.
Actualmente, las condiciones, así como el sistema de sanciones, son diferentes en cada territorio y comunidad. De la misma manera, los propósitos de la prisión varían en cuanto al tiempo y el contexto social. En casi todos los casos, una prisión puede tener funciones fundamentales. Por un lado, las cárceles deben ser un espacio para disuadir, evitando que se cometan actividades no deseadas. Por otro lado, las cárceles tienen como objetivo rehabilitar a los presos y reinsertarlos en la sociedad cada vez que se les acaba el tiempo.
A pesar de lo inquietante que puede sonar una cárcel física, la lucha subconsciente cuando se trata de cometer un delito puede ser más dañina. Para muchos, las batallas dentro de una prisión o la locura no son las peleas reales. En cambio, varios presos son sentenciados por sus propias mentes y la culpa que sienten debido a la magnitud de su crimen.
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