05/06/2024
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por Danna Martínez

Supongamos entonces que la mente es, como decimos, papel blanco, desprovisto de todos los caracteres, sin ideas. ¿Cómo se va a llenar? –John Locke.

Los esfuerzos del hombre por avanzar están guiados por la voluntad de adquirir “conocimiento”. Cuando tenemos una pregunta, buscamos una respuesta debido a nuestra necesidad innata de saber. Con el tiempo, la búsqueda del conocimiento ha trascendido a una ardua búsqueda por descubrir ¿Quién tiene razón? y ¿por qué tienen razón?

Desde pequeños nos atrae la curiosidad, y al aventurarnos en ella descubrimos todo un mundo por explorar. Es en este marco en el que trabajan nuestro aprendizaje y nuestro conocimiento. Más de uno tiene el recuerdo de su primera caída en bicicleta o alguna otra lección que ahora los hace más conscientes del mundo. Para el ser humano, es fundamental “conocer”; ergo, nuestro deseo de “averiguar” no tiene barreras. En este caso, logramos utilizar cualquier medio para llegar al conocimiento.

El empirismo afirma que la única forma de llegar a la verdad o al conocimiento absoluto es a través de la experiencia. En tanto, esta corriente establece que nuestro entendimiento proviene de nuestros sentidos y de lo que somos capaces de sentir.

El término empirismo proviene de raíces griegas y está destinado a describir “el método basado en la experiencia y la observancia”. La corriente empirista nació en Inglaterra alrededor de los siglos XVII y XVIII. Sus partidarios más reconocidos son David Hume, John Locke, Thomas Hobbes y Francis Bacon. Como se dijo anteriormente, el empirismo apoya el conocimiento a través de los sentidos. Esta teoría filosófica se adhiere a la percepción sensorial y la evidencia sobre la razón. De esta forma, el empirismo se opone al racionalismo, evitando la idea de que el conocimiento es innato al ser humano.

John Locke, defensor de la corriente empirista, afirma que solo aprendemos o desarrollamos nuestro conocimiento a través de la experiencia. Una de sus ideas más contempladas recae sobre “la hoja de papel en blanco”; para Locke, nuestra mente es una hoja de papel en blanco que, a medida que experimentamos, se va llenando.

Si nos acercamos al fuego y nos quemamos, aprenderemos que el fuego arde porque nuestra experiencia nos permitió originar ese conocimiento. Este es uno de los ejemplos más famosos de empirismo, que afirma que la percepción sensorial lo es todo en nuestra búsqueda de la verdad.

Por tanto, para los empiristas, la experiencia es el factor original del conocimiento, así como su limitación; dado que el conocimiento puede ser infinito, sólo se puede encontrar a través de los sentidos.

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