04/26/2024
Spread the love

por Danna Martinez

“Pon tu nombre en algo; será mejor que sea algo bueno, … Solo tienes una oportunidad”. -George Foreman.

Un epónimo es un nombre propio de una persona, animal o elemento asignado a un asunto o circunstancia diferente.

Las raíces griegas antiguas, epi y onomos componen el término epónimo. Epi se refiere a algo que está encima o encima. Por otro lado, la palabra onomos significa nombre. Esencialmente, la expresión epónimo se emplea cuando se toma el nombre de alguien y se asigna a una invención o lugar. Esta atribución se da debido a la influencia de alguien sobre algo.

A continuación se presentan palabras familiares que, curiosamente, se convierten en epónimos:

  • América es un continente que lleva el nombre del cosmógrafo comerciante Amerigo Vespucci. Amerigo dirigió una expedición que resultó en el descubrimiento de nuevas tierras y su integración en la economía mundial.
  • El Código Morse es un método utilizado en las comunicaciones, diseñado por el inventor y pintor estadounidense Samuel Finley Breese Morse.
  • El síndrome de Down es un trastorno genético que lleva el nombre del médico inglés John Down. El Dr. Down fue destacado por analizar y describir el síndrome que lleva su nombre.
  • Una guillotina es un dispositivo antiguo que se utiliza para decapitar personas. La guillotina lleva el nombre de Joseph Guillotin, quien propuso usarla para la ejecución en una primera instancia.
  • Los premios Nobel llevan el nombre del científico Alfred Bernhard Nobel. El Sr. Nobel creó estos premios con la intención de reconocer las contribuciones de las personas a la humanidad.
  • La enfermedad de Alzheimer lleva el nombre del psiquiatra y neuropatólogo alemán Alois Alzheimer, quien informó sobre un trastorno grave particular en la corteza cerebral alrededor de 1906.

Los ejemplos anteriores revelan la procedencia auténtica de varios términos utilizados en la actualidad. Además, se consideran epónimos ya que han sido designados por el impacto de las personas en su desarrollo. Irónicamente, a medida que pasa el tiempo, la sociedad ignora el nombre del inventor pero recuerda el epónimo (después de lo cual se puso su nombre).

Además, la sociedad ha formulado un amplio campo de epónimos, desde invenciones y estudios hasta comportamientos, lugares y conceptos.

About Author